martes, 27 de abril de 2010

El cine y el pensamiento.


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¿Cómo se presenta el pensamiento en el cine? Esta pregunta se hacía Gilles Deleuze en su obra: La imagen-tiempo. Una crítica filosófica al cine de Godard, Welles, Resnais entre otros. Deleuze pronosticó para el siglo XXI que el poder estará en manos de aquellos que dominen los sistemas de control informáticos. Al parecer comienza a tener razón. ¿Acaso no ha sido el abuso del uso de los sistemas financieros globalizados computarizados lo qué ha provocado la crisis económica mundial del los últimos años? Los gobernantes poderosos se plantean como controlar el sistema informático global para que no se les vaya otra vez de las manos. En este caso de los dedos digitales...

Hoy ya no se puede rehacer una Nouvelle Vage. La tecnología actual de los media ha retorcido y enderezado el lenguaje fílmico hasta lo indecible por lo extenso. Cine, video arte, video clips musicales, spots, cápsulas y píldoras audiovisuales tube, cortos de teléfonos móviles, after efects, etc, etc. La interacción, la reflexión, la observación, las cámaras de tráfico, las de seguridad, las de los turistas.

Miles de plataformas de televisión digital, por satélite, por cable, por TDT. Millones de formatos, de programas, de opiniones talk show. Miles de millones de pantallas: cine,televisión, ordenador, artilugios móviles. Todos a la vez en un horario global lineal, interactivo a la carta, y simultáneo si se desea a través de diferentes ventanas o medias.

Sin duda es un gran logro de la humanidad, que despliega la libertad de opinión institucional y personal para que todos los individuos de la Tierra tengan acceso y la libertad de elección para visionar esta inmensa oferta de productos audiovisuales.

Tras esta gran amalgama de comunicación multimedia diaria, reside un metapensamiento humano dividido, digamos por culturas. Se puede hablar del contenido media occidental (Europa América, Oceanía, salvo algunas singulares naciones) que solapa al oriental y al meridional.

¿Qué propone ese metapensamiento? En primer lugar consumismo, después libertad de expresión costumbrista y demagógica, y en tercer lugar excasa reflexión con irrelevantes propuestas éticas, ni siquiera dogmáticas, como antaño cuando existían dos bloques de pensamiento: El capitalismo y el comunismo.

¿Hacia donde se dirige el pensamiento humano globalizado? El cine como sinónimo de media tendrá algo que decir. Al menos debería hacerlo más allá de la taquilla.



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martes, 20 de abril de 2010

Persona y personaje.



Tanto se ha escrito y pensado sobre qué es la persona y qué es el personaje. También a lo largo de la historia se intenta discernir la diferencia entre el Yo y el Otro, el Ego y el Ello. Puntos de vista literarios, teatrales, cinematográficos, filosóficos, psicológicos, antropológicos y otras disciplinas humanísticas han tratado el tema.

Todo un largo camino dedicado a la Persona, palabra que los antiguos griegos usaban para denominar a la máscara que los actores utilizaban en el teatro para cubrirse el rostro.

De hecho, es difícil imaginar una novela sin personajes, aunque se ha intentado hacer textos de este tipo. La obra Finnegans Wake de James Joyce es uno de los ejemplos más conocidos. Joyce crea unos personajes etéreos, ensaya evitar la circularidad y la linealildad formal de los personajes de la narrativa moderna.

Finnegans Wake fue uno de los libros favoritos de John Lennon. En alguna entrevista declaró que le parecía "so way out and so different" (tan excéntrico y tan diferente).

Mi búsqueda del Pueblo Feliz prosigue. La situación económica española no acompaña. "Malos tiempos para la lírica (1983)", título de una canción del grupo Golpes Bajos que emergió a principios de la década de los 80,s. Publicó otra canción llamada "No mires a los ojos de la gente", ambas me gustaban, y conectan con mi actual situación de investigador de cine experimental.

Sigo el camino de la posibilidad de una película sin música, solo sonidos reales, sin diálogos, sin actores, sin personajes, sin narración en off ¿Qué queda? Muchas cosas se me ocurren pero tendré que decidirme. Las piezas del puzzle están completas, solo falta ensamblarlas.


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lunes, 19 de abril de 2010

La constitución: El problema soy Yo.


La persona es un problema sin resolver. ¿Los problemas son por sí solos? ¿Los problemas los crean las personas? Inocencia consciente, adiestrada para no realizar juicios de valor, inmersa en el silencio, entre metapensamientos que observan la mente sucesiva, el espíritu atemporal de la vigilia, y el onírico sin voluntad que niega, afirma, desea, revela y mayormente confunde, junto a la reflexión, la intuición, el estudio que muestra la creación y despierta a la persona que desmenuza la sustancia y la razón.

¿Somos seres históricos? Sí, aunque sea solo una parte de nuestra forma de organizarnos y comunicarnos. Así el poder del ser humano creador del sistema social se desarrolla de una forma consecutiva y no cabal.

Necesitamos constituciones estatales, éticas, religiosas, y personales. El Yo del ser humano es una prolongada restauración de una constitución individual, impugnada con cierta persistencia por la revelación de nuevas experiencias, objetada por los efectos de nuestros actos, y su recuerdo subjetivo en los tres tiempos: el sucesivo, el onírico, y el reflexivo.

La constitución ayuda a esquivar el miedo. Precisamos de una constitución que envuelva diversos niveles del Yo. Una constitución que nos ofrezca tranquilidad interior y exterior. Una constitución libre y adaptable a nuestros despertares, que aquiete nuestra propensión a la inestabilidad emocional producida por la levedad del ser y su coyuntura temporal.

Si trasladamos la idea constitucional individual a las personas que ejercen como gobernantes, posiblemente, causaría un caos social. A una persona ya le cuesta dominarse a si mismo y ser dueño de si. Estar bajo las tribulaciones constitutivas personales de los que gobiernan, los cuales tienen todo el derecho de ser libres, se concretaría en una tiranía.

El dirigente como persona no puede prescindir de los miedos y despertares de su Yo. El gobernante es todo individuo que ejerce poder sobre un grupo de personas.

Todo ser humano debería se educado para que tenga acceso a una muestra expositiva y clara de las diversas posibilidades éticas que el ser humano ha creado históricamente, y le despierte a una conciencia racional que constituya su Yo, con el fin de remediar en lo posible sus miedos. La ignorancia acrecenta el temor y es manipulable ideológicamente. El conocimiento resuelve problemas, crea la tempestad de las dudas, y la calma del saber. Hasta que de nuevo nazca la palpitación inevitablemente evolutiva y poéticamente integral.



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